y lo vimos aparecer a lo lejos.
Su cabello alborotado por el viento,
su barba perfectamente recortada.
Un libro entre las manos.
Dos ramitos, dos.
Dos ramitos de claveles del poeta.
Uno para Osita, el otro para mi.
¡Qué ilusión!.
¡Qué detalle!.
El poeta nos regaló flores.
Ternura a flor de sonrisa,
y en un abrazo toda la paz de su alma.
Su cabello alborotado por el viento,
su barba perfectamente recortada.
Un libro entre las manos.
Dos ramitos, dos.
Dos ramitos de claveles del poeta.
Uno para Osita, el otro para mi.
¡Qué ilusión!.
¡Qué detalle!.
El poeta nos regaló flores.
Ternura a flor de sonrisa,
y en un abrazo toda la paz de su alma.
2 comentarios:
Si cierto, el poeta siempre regala flores y abrazos en sus letras, pero en lo personal también lo hace con una noción de ser inmejorable. Saludos. Un beso para ti.
Jorge Arié
que bonito poema un abrazo felicidades
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