Me he planteado infinidad de veces si soy cuerda en mis definiciones.
Leo aquí y allá agónicos lamentos, incluyendo los míos.
Me pregunto, ¿ por qué insistimos tanto en ellos si sabemos que nos hacemos daño ?.
Repicamos una y otra vez en el pasado buscando los porqués, buscando respuestas sabiendo que no las hay.
Se nos retuercen las entrañas recordando aquel tiempo ¿ feliz ?.
¿ Qué es la felicidad ?.
Somos detractores propios de los momentos que nunca volverán.
En el momento mas álgido pensamos que nunca habrá dolor más intenso.
Todo pasa, pero...somos eso, carne de cañón, y volvemos a la espiral.
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