ME VOY (SOLILOQUIO)

Estoy cansada, como harta de todo y no sé de qué.

Otro cambio de entorno se avecina en mi vida, en la de los míos.
Separaciones por elección propia, mi hija se independiza, tiene veintidós añitos, pero para mi como si aún fuera una niña, creo que todas las madres pensamos así. Ella lo eligió, prefiere tomar otro camino.
Me cambio de casa y de ciudad, me voy a vivir a la verita del mar, el combustible de mi existir, verlo me transporta, me inspira.
Supongo que hasta cambiará mi forma de escribir.

Estoy triste a pesar de todo lo bueno que me va a pasar, porque eso sí, lo que nunca dejé ni dejaré de ser es positiva, optimista.

Soy de las que piensan que todo lo que pasa es por algo, que está escrito en el libro de la vida, que nada es casualidad.

Cuando recuerdo como era hace unos años, tres para ser más exacta, lo insegura, lo miedosa, no tenía iniciativa.
Hoy soy una mujer que teme a muy pocas cosas, las que quedan son las justas y necesarias para mantener la coherencia existencial.
Es que sería idiota de mi parte quedarme estacionada en una sola cosa, si se me da oportunidad de superarme.
Haber hecho mas de 14.000 kms. no me dio miedo, quería darle a mi hija, en ese entonces, porque ahora tengo dos, niña y niño, una vida mejor, con mas oportunidades de las que mi paisito le podía ofrecer.
No puedo tenerle mas miedo a esto que viene que el haber dejado todas mis vivencias allá al otro lado del charco, desarmé todo un tinglado en esa orilla amada donde está mi tierra querida,
me largué a la aventura con lo puesto y poco más.
Me voy, cambio de vida, pero no de personalidad, seguiré siendo esa mujer, la misma, con defectos y virtudes.
Ésa que se reflejará en otro espejo pero seguirá siendo la misma.