La comodidad era tal
que tu ceguera te perdió.
Extraviaste los momentos
de amor sublime que te ofrecía.
Mirabas, sí, pero te lo perdiste todo,
el agua ya no corre.
que tu ceguera te perdió.
Extraviaste los momentos
de amor sublime que te ofrecía.
Mirabas, sí, pero te lo perdiste todo,
el agua ya no corre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario