
Desde el silencio negro de la noche
oigo los golpes de tu corazón contra el pecho.
De entre las sombras aparece
tu mano acariciando mi alma.
Y me despierta
el murmullo de tu piel.
Y cuando amanece
le doy los buenos días a tu sonrisa.
Entonces te acaricio sin parar de amarte.
oigo los golpes de tu corazón contra el pecho.
De entre las sombras aparece
tu mano acariciando mi alma.
Y me despierta
el murmullo de tu piel.
Y cuando amanece
le doy los buenos días a tu sonrisa.
Entonces te acaricio sin parar de amarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario