No quiero llorar, pero me olvido
y pego las lágrimas en un clínex.
El dolor baja surcando el alma
hasta dejarlo hecho añicos.
Se empaña de resquemores
asegurando que nunca más lloraré.
Y escribo, escribo abrumada,
y te perdono, perdono...
Y me escondo, me escondo
detrás de las palabras
porque es donde siempre me encuentras.
y pego las lágrimas en un clínex.
El dolor baja surcando el alma
hasta dejarlo hecho añicos.
Se empaña de resquemores
asegurando que nunca más lloraré.
Y escribo, escribo abrumada,
y te perdono, perdono...
Y me escondo, me escondo
detrás de las palabras
porque es donde siempre me encuentras.
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